El café es una de las bebidas favoritas del mundo occidental cuyo consumo se ha disparado, sobre todo, en Europa y América. Su principal componente, la cafeína, es uno de los atractivos de esta bebida que tiene importantes efectos psicoactivos sobre nuestro sistema nervioso, pero no es el único.
Como principales beneficios encontramos que además de ser un estimulante saludable, previene la aparición de enfermedades como la diabetes, enfermedades neurodegenerativas y varios tipos de cáncer, entre ellos el temido cáncer de colon. Así mismo, tiene un efecto vasodilatador que ayuda a tener una mejor circulación sanguínea, evita los infartos y es un antidepresivo natural.
Por otra parte, es uno de los pocos productos naturales, sin aditivos químicos, que ayudan a quemar grasas, por eso el café siempre está presente en la mayoría de los suplementos alimenticios. También se ha comprobado que la toma de varias tazas de café al día mejora nuestro rendimiento físico. La cafeína aumenta los niveles de adrenalina y prepara a nuestro cuerpo para los esfuerzos físicos que vayamos a realizar. El proceso de produce a través de la descomposición de la grasa corporal liberación y como ácidos grasos libres que utilizamos como combustible cuando hacemos ejercicio.
Al contrario de lo que se cree, el café es mucho más que una simple mezcla de agua y cafeína. Tiene muchos nutrientes esenciales para nuestro organismo. Es una de las mayores fuentes de antioxidantes de nuestra dieta, en proporción igual o superior a la mayoría de las frutas y verduras. Contiene magnesio, potasio, vitamina B2 y vitamina B5, entre otros.